Comparto una reflexión en este blog de Coaching profesional y con una frase todavía escrita en la pizarra, terminada la cuarta sesión con A. L. , persona a la que estimo y cliente del despacho desde hace ya unos meses.
En este proceso de Coaching, A. L. tiene ahora perfectamente definido su objetivo, tarea no sencilla en la hemos invertido las dos primeras sesiones, muy relevantes, trabajadas y aclaratorias para el cliente que desembocaron por fin en un objetivo distinto completamente a lo que A. L pensaba que tenía que poner el foco en estos momentos. (Algo que ocurre en más ocasiones de las que imagináis.)
Mediante unas técnicas y herramientas de Coaching profesional terminamos separando “la paja del grano”, y el cliente cayó en la cuenta de nuevos factores que no tuvo en cuenta desde un principio, y que le hubieran llevado a errar, perder cantidad ingente de dinero y a invertir meses, incluso años ...en darse cuenta de aquel descubrimiento. Su cara lo dijo todo al tomar conciencia real de la situación...realizando estos ejercicios de escritura e introspección.
Generando opciones para la consecución de aquella meta fijada en el tiempo de A.L. , surge la idea principal para este Post. Atento entonces, porque creo que puede aportar un buen aprendizaje.
El cliente A .L. quiere conocer los pormenores de aquellas opciones y alternativas que no escogió como buenas y que no le “suman” en pro de su objetivo, el que él trabajó y eligió para profundizar en esta consulta de coaching. Haciendo llamada al sentido común y con ayuda y guía profesional, eligió acorde a sus valores y entre un montón de alternativas posibles, sólo algunas pocas de ellas con muy buen criterio, descartando entonces el resto de opciones.
Cuando uno hace una elección, debe reflexionar sobre lo que va a hacer, debe elegir de forma coherente con sus valores y actuar en consecuencia; A partir de aquí uno debe dejar de lado las otras alternativas.
Y esto por qué?
Por que si no lo haces así quedas atado a ellas. Una persona que escoge un camino y se queda pensando en lo que perdió al dejar de lado los otros, nunca irá a ninguna parte, no podrá avanzar. Para avanzar hay que saber desprenderse. Así que como titulo este post y “caliente” todavía en la pizarra...No hay elección sin pérdida.
Y vosotros, ¿ cómo os comportáis cuándo hacéis una elección de entre varias ? ¿ Os es complicado asumir las posibles perdidas o consecuencias de lo que no os conviene?
Coaching y formación
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