En esta semana y gracias a magia de las redes sociales tuve un encuentro con una vieja amiga y antigua compañera de trabajo, yo ni siquiera residía en la misma ciudad que ahora y hacía muchos años que no nos veíamos así que todo eran preguntas de como fueron estos años, a qué te dedicas ahora y cómo te vá, qué fué de tal compañero y tal otro, te casaste...
Esta persona siempre fue metódica y eficiente en el trabajo, así que antes de formularle la pregunta sobre su estado profesional y cómo habría sobrellevado estos años de tantos cambios de tendencia de mercado no tenía muchas dudas de cuál sería su respuesta...le habría ido bien muy probablemente... comenzó a contarme que seguía en la misma empresa con mayor responsabilidad, además de otros proyectos en marcha y una actividad constante pero su estado de ánimo delataba algo más. No terminé de darle mi enhorabuena por todo ello cuando mencionó si recordaba el fuerte carácter de la persona a la que respondía directamente, su jefe directo. Por supuesto que lo recordaba...también lo fue mío por entonces.
Me indicó que este carácter había empeorado a lo largo de los años y que en muchas ocasiones había estado apunto de abandonar su puesto de trabajo en esa empresa con serias dudas sobre si sería capaz de aguantar una semana más esta situación y seguir pagando ese "peaje emocional"!!. Gracias al apoyo de terceros en momentos clave.. lo va gestionando pero sufriendo lo indecible me contaba.
"Una persona pierde su verdadera sustancia de la misma manera que un árbol se destruye con un hacha. Al igual que un árbol, la mente no puede conservar su belleza y continuar viviendo si se la tala día tras día. "
Estas palabras de Mencio nos introducen a que es prácticamente imposible que lleguemos a la excelencia y al desarrollo profesional si no sabemos establecer unos límites claros y firmes. Todos respetamos a las personas que los establecen, Esto quiere decir determinar hasta donde pueden llegar los demás en su trato contigo.Además de protegerte esos límites te ayudan a sentirte lo mejor posible.
Pero ¿cómo lograr un cambio de comportamiento de los demás hacia nosotros? ¿cómo me protejo de estos "ataques" y además hacerlo de manera elegante?
He aquí un modelo sencillo de comunicación que te presento en este post para protegerte de los comentarios desagradables. Recuerda que cada vez que una persona te hiere o te molesta es porque tú se lo permites.
1.Informar: "¿Te das cuenta de que estás gritando? o ¿Te das cuenta de que este comentario es hiriente?...si la persona se mantiene en sus 13 y no cesa en su molestar continuado pasa al siguiente punto...
2.Pedir: " Por favor deja de gritarme o de hacer este comportamiento XXX", si este tampoco funciona pasa al siguiente punto..
3. Exigir o Insistir: " Insisto en que dejes de gritarme ahora mismo"...y si aún persiste en su conducta, da el siguiente paso.
4.Irse (sin entrar en la discusión ni responder de mala manera) No puedo continuar con esta conversación si sigues gritándome. Me marcho.
La clave del éxito con estos cuatro pasos es hablar con un tono de voz neutro. No levantes la voz ni hables más bajo de lo habitual. Mantén la calma.
Ahora, ya imagino lo que estarás pensando al leer estas lineas: " Esto será perfecto para otros pero yo nunca podría hablarle así a mi supervisor / jefe / director...". francamente eso es lo que responden todos mis clientes cuando les digo de la importancia de informar a los jefes de que acaban de cruzar un límite.
En una ocasión desarrollé un encargo para de entrenamiento de competencias comerciales y desarrollo profesional con un equipo de agentes comerciales. Uno de los temas a tratar en los agentes de ventas/comerciales/marketing era que éstos se vean agobiados con constantes reuniones de control, analizado este caso en concreto, Propusimos la siguiente vía: enterarse de qué tipo de información en concreto necesita saber el supervisor/a y crear una plantilla de informe semanal/diario/mensual....y acordar cómo y cuándo presentar dicho informe. En este equipo de trabajo, una vez creado este método y mantenido "a rajatabla" por al menos un mes, casi a diario...dejó entonces de ser necesario seguir con dichos informes, por orden del supervisor quién ya no tenía la necesidad de llevar ese inquietante control continuado.
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Desarrollo y Formación
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